Toda persona física o jurídica es susceptible de ocasionar un daño a un tercero.
Partiendo de esta afirmación, que se deriva de que la Responsabilidad Civil es la obligación legal que tenemos de resarcir o reparar los daños, pérdidas o menoscabos ocasionados a un tercero por nuestra acción, omisión o negligencia. Algunos ejemplos por los que se puede generar esta obligación:
• Por la propiedad de inmuebles, maquinaria, animales…
• Por la realización de su actividad, directamente o a través de sus empleados.
• Por daños que sufran nuestros empleados de los que podamos ser responsables bajo nuestra responsabilidad patronal.
• Daños derivados de un mal trabajo que surge posteriormente a su venta o servicio.
• Daños medioambientales.
• Otros.
Con la intención de que esas indemnizaciones no mermen tu patrimonio personal y/o empresarial, ni afecten a la capacidad competitiva de tu empresa, Soliss te ofrece un seguro flexible, adaptando el mismo a los capitales y garantías que necesite tu actividad y que cubra tus riesgos derivados de dicha Responsabilidad Civil, incluyendo no solo la propia indemnización sino además las costas y gastos judiciales inherentes al siniestro, así como las fianzas judiciales que se te puedan exigir.